CERDANYOLA Y RIPOLLET A PRINCIPIOS DE SIGLO
Por Andrés y José Manuel Salillas ©
(Publicado en la Revista Sardanyola a
partir de junio de 1965)
Calle de la Estación con el puente del FF.CC. al fondo.
Año 1915.
CENTRAL TELEFÓNICA
Probablemente,
casi seguro que Vd. querido lector que mensualmente repasa estas líneas (?) en busca de
algún hecho que pudo presenciar o que bien sus padres le pudieron contar este mes se
preguntará: Vaya por donde en 1915 no pasó casi nada! Pues sí no pasó por lo menos
apenas nada que pueda ser noticiable. Aquel fue un año en el que los periódicos parece
que tan solo empleaban la tinta en resaltar el ruido de las batallas que a nuestro
alrededor se desarrollaba. Pero... (esa impertinente conjunción adversativa tan de moda
en nuestro actual vocabulario) en aquel año un hecho enorgulleció a nuestros
predecesores.
El día 8 de julio la Red Telefónica central de Sabadell
quedó ampliada con una nueva Sub-central. Era la nuestra de Ripollet-Sardanyola. Ya en su
inauguración contó con 27 abonados. El diario "La Comarca del Vallés" que por
aquel entonces era un excelente cicerone de la información de Cataluña comentaba con
estas palabras tal acontecimiento:
"Es una mejora importante tanto para ambos pueblos
como para la comarca, y por la misma felicitamos al Sr. Jefe de la Central Dr. J. Altayó
y a cuantas personas han contribuido al logro de la misma."
LOS RESTOS DEL SR. PLANAS Y CASALS
A la entrada del templo parroquial, en su parte
izquierda se colocó la lápida de mármol que el pueblo de Sardanyola dedicó a su
bienhechor Excmo. señor Dn. Manuel Planas y Casals, hijo adoptivo de esta villa. Fue el
día 16 de septiembre la fecha que nuestro templo recibió las restos del que fue en vida
jefe del partido conservador de esta provincia y notable jurisconsulto. Fue un vistoso
funeral oficiado por el canónigo arcipreste y gobernador eclesiástico de esta diócesis,
Rdo. doctor don Francisco Muñoz.
Terminado el oficio, el Rdo. cura párroco de la
Bonanova, doctor don Santiago Estebanell, hizo con verdadera elocuencia el elogio del
finado, recordando el patriotismo de don Manuel Planas y Casals, su honradez intachable y
los caritativos sentimientos que le distinguían. Finalizados los actos religiosos, el
cadáver recibió cristiana sepultura en el crucero de la iglesia. En la losa de dicha
sepultura aparece la fecha en que murió Dn. Manuel Planas y Casals y la del 16 de
septiembre de 1915.